Estar de vuelta al trabajo después de una licencia de maternidad “es un conflicto de sentimientos encontrados.”
La mujer en su papel de madre, está caracterizada generalmente por ser más apegada a sus hijos y más aún cuando se trata de un recién nacido indefenso que apenas viene llegando al mundo y que depende cien por ciento de los cuidados de sus padres o encargados.
Por tal motivo, cuesta montones pensar en que ese día llegará y que no se puede evitar y tampoco podemos detener el tiempo.
¿Por qué le llamo conflicto de sentimientos?
Porque como profesional que soy, amo lo que hago en mi trabajo, me siento útil, espero con ansias ese día que debemos volver para compartir con nuestros compañeros y amigos.
Sin embargo, en el papel de madre, al mismo tiempo hay un sentimiento de miedo, de preocupación e incertidumbre, incluso frustración, al tener que dejar a ese bebé tan anhelado y amado con una persona que apenas estamos conociendo.
O en alguna institución que acabamos de visitar, que quizás y pasa en la mayoría de las veces y aplica además en mi caso, que no conocíamos hasta ahora.
Pero esto se torna una necesidad para que tanto mamá como papá se reincorporen a sus labores profesionales.
Podemos decir que nos sentimos atadas de manos porque deseamos quedarnos con ellos, pero la vida laboral debe continuar y el tiempo 24/7 con nuestros pequeños se acaba.
Sí, se acaba, tenemos que destinar al menos 8 horas al escritorio, a la computadora, al quirófano, al consultorio.
En buena hora existe por ley el horario especial para tiempo de lactancia, dándole la oportunidad a la madre de tener una llegada más temprana a casa para fomentar el apego al niño. Pero definitivamente ya este tiempo de licencia no volverá.
Preocupaciones que nos cuestionamos cuando regresamos a trabajar:
1. No tenemos a un familiar cerca de nuestra casa que nos colabore.
2. Ambos trabajamos (mamá y papá).
3. Será cuidado por un desconocido.
4. ¿Quedará bien con la persona que elegimos para que los cuide?
5. ¿Sentirá el bebé mi ausencia?
6. Extracción de leche en mi trabajo
7. ¿Se me disminuirá la producción de leche?
8. ¿El bebé va a preferir el chupón?
La lista no termina...
Por eso es importante, encontrar una guardería fiable, comunicarse con el jefe para poder organizar las funciones sujeto al tiempo de lactancia, tener una red de apoyo con la pareja o familiares más cercanos que puedan ayudar en la nueva etapa.
Además, no pensar que volver a la rutina laboral las hace menos madres.
En resumen, a las mujeres nos afecta de sobremanera la parte emocional, el desapego a nuestro bebé, el cual lo hemos tenido en nuestro pecho por 120 días. Y a eso vale sumarle las 37 semanas de gestación.
Nos afecta quizás en el rendimiento laboral en los primeros meses de reincorporación, por eso es súper importante la buena relación jefe/trabajador para detectar a tiempo estas situaciones y que no afecten a ninguna de las partes.
Pero, al final la vida está llena de experiencias y momentos que nos hacen crecer, ser más fuertes y que se encargan de que podamos cumplir tanto con el papel de mujeres profesionales, como con el de madres.
Con cariño para todas las colegas y madres que se encuentren en este momento en su licencia de maternidad y pronto volveremos a nuestras labores profesionales. No están solas, somos muchas con “sentimientos encontrados”.