En Costa Rica parece no haber suficiente conciencia sobre la importancia de cuidar el corazón, y la enorme incidencia que este órgano tiene en la salud de las personas (y la muerte de muchas).
Se trata de la primera causa de mortalidad en el país, por encima del cáncer, los accidentes de tránsito o cualquier otra. Esto significa que vigilar el corazón debería tener la más alta prioridad a la hora de hablar de salud preventiva.
El primer paso es acudir a un especialista que haga una valoración general. El médico le va a preguntar algunos detalles que resultan fundamentales para conocer al paciente:
El doctor le revisará corazón, pulmones, pulsaciones y va a generar un plan dependiendo de las características y los objetivos del paciente. Por ejemplo, si es un deportista, o un adulto mayor, o alguien que se recupera de una enfermedad, recibirán diferentes opciones de tratamiento en cuanto a ejercicio y dieta.
Además de esa valoración inicial, existen diferentes exámenes para saber si el órgano que bombea la sangre está funcionando bien:
El Hospital Metropolitano realiza todos estos exámenes, como parte de su tarea de llevar especialidades médicas a la población costarricense a los precios más accesibles.
Alimentación. No se trata de hacer una dieta estricta, o de privarse de comer bien. La idea es hacer algunos ajustes que permitan al aparato circulatorio mantenerse lo más saludable posible. Algunas recomendaciones son:
Ejercicio. Lo recomendable son al menos 150 minutos de actividad cardiovascular por semana. Eso sí, cuando se trata de una persona sedentaria que va a empezar a retomar la actividad, es indispensable que primero haga una prueba de esfuerzo. Lo ideal es empezar despacio y aumentar progresivamente el ejercicio. Esos 150 minutos deben estar bien distribuidos en diferentes días (por ejemplo, cinco sesiones de media hora a lo largo de la semana).
Fumado: Es necesario eliminarlo del todo. El cigarro tiene una enorme incidencia en las enfermedades del corazón, además de muchas otras dolencias crónicas, incluyendo diferentes tipos de cáncer.
Estrés: Este factor tiene participación comprobada en los males del corazón (al igual que en otras enfermedades). Por ejemplo, tan solo basta un cuadro de estrés para que suba la presión. Es aconsejable que la persona aprenda técnicas de relajación que le permita afrontar los momentos más tensos sin generarle una carga negativa al organismo.
Recuerde: El corazón termina pagando los excesos que cometemos. Siempre es un buen momento para empezar a chinearlo y permitirle que nos dé una vida saludable.
Fuente:
Doctora Giselle Preinfalk Lavagni
Cardióloga del Hospital Metropolitano