En las últimas décadas, la inmunoterapia se ha convertido en una parte esencial del arsenal terapéutico en la batalla contra el cáncer. Cada día se prueban en estudios controlados y se aprueban por las agencias regulatorias nuevos tratamientos de inmunoterapia, y el descubrimiento de nuevas formas de trabajar con las distintas vertientes del sistema inmunitario constituye hoy en día una parte importante de los logros que se están obteniendo en el control y cura de esta enfermedad.
La esencia del papel la inmunoterapia se basa en estimular o reforzar las defensas naturales para que estas busquen y ataquen a las células cancerosas con mayor eficiencia, o también a través de sustancias elaboradas en el laboratorio en mejorar o restaurar el desempeño del sistema inmunitario y por lo tanto, impedir el crecimiento del cáncer.
El sistema inmunitario mantiene un registro y vigilancia de todas las células que normalmente se encuentran en nuestro cuerpo. Sin embargo, al sistema inmunitario se le hace más difícil atacar a las células cancerosas. Esto se debe a que el cáncer se produce cuando las células sanas y normales cambian o se alteran y comienzan a crecer sin control. Debido a que las células malignas en realidad comienzan como células normales, el sistema inmunitario no siempre las reconoce como extrañas, igualmente estas a veces crean mecanismos para bloquear la accion inmunitaria por lo que la respuesta puede que no sea lo suficientemente fuerte como para destruir el cáncer.
El principal rol de la inmunoterapia es el de ayudar al sistema inmunitario a reconocer las células cancerosas y fortalecer su respuesta para que las destruya.
Hay varias modalidades de inmunoterapia para tratar el cáncer, y muchas otras están actualmente en estudio. No todas son beneficiosas en cualquier tipo de cáncer, ni en cualquier etapa clínica de una enfermedad neoplásica específica. Es imprescindible que para una utilización correcta el paciente sea aconsejado por un especialista en Oncología con conocimiento en las indicaciones y toxicidades asociadas.
Acá describimos brevemente las modalidades de inmunoterapia más usadas, estas se pueden utilizar en monoterapia o en combinación con otros tratamientos contra el cáncer como la quimioterapia.
Los tratamientos de inmunoterapia pueden presentar unos efectos secundarios muy específicos derivados de la estimulación aumentada del sistema inmune que puede llegar a confundir los tejidos y órganos propios como ajenos y desarrollar una inflamación de esos órganos. Este desarrollo de una respuesta inmunitaria contra nuestros propios órganos o tejidos se denomina autoinmunidad.
Los fenómenos de autoinmunidad pueden llegar a ser graves si no son adecuadamente tratados y al contrario con un tratamiento adecuado se pueden contralar de forma satisfactoria. Por eso es muy importante una gran comunicación entre el médico y el paciente cuando este recibe tratamientos inmunológicos ya que las enfermedades autoinmunes se pueden confundir con otras más frecuentes y no se recibiría el tratamiento adecuado sino se identifican.
Actualmente las nuevas terapias inmunológicas constituyen una inestimable arma terapéutica que se une a otras como la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia para lograr un mejor control sobre todo en fases avanzadas del cáncer, su beneficio futuro se incrementara cuando se logre aplicar con éxito a fases más iniciales de esta enfermedad.
La inmunoterapia es hoy en día el campo de investigación en cáncer más activo en el mundo y se investigan la búsqueda de factores moleculares predictivos de su beneficio. En el Centro de Cáncer del Hospital Metropolitano existe una experiencia consolidada en su uso e indicación correcta basado en alianzas con centros de patología y de estudios de genes, así como se implementan cada vez más estudios clínicos que utilizan estos tratamientos. El objetivo final esta siempre en acercar cada vez más al paciente hacia la curación.
Fuente:
Dr. Leonardo Lami
Especialista en Oncología Médica del Hospital Metropolitano