Es una pregunta que envuelve muchísimos factores y que requiere de un trabajo arduo por parte nuestra como padres y cuidadores, sin embargo si lo pudiera resumir sería dar siempre amor.
Si bien es cierto no es fácil realizar esta labor en el mundo actual que siempre va de prisa y busca la salida fácil, es de gran importancia darles las herramientas para decidir tomar lo bueno y rechazar todo aquello que les dañe y no les sume en su vida.
Para esto es crucial establecer una relación cercana y afectuosa con nuestros hijos, conectar con ellos, conocer qué piensan, sus emociones, sus relaciones con otras personas, escuchar y apoyarlos siempre sin juzgar, de esta manera cuando se encuentren en un problema o en una situación difícil de resolver sabrán que sus padres siempre serán un lugar seguro y podrán acudir a nosotros sin dudarlo.
Escucharlos y validar sus emociones les dará la seguridad necesaria para afrontar las dificultades aun cuando no estemos junto a ellos para acompañarlos.
Cuando los niños tienen redes de apoyo que le inspiran confianza y seguridad pueden explotar al máximo su potencial y sus habilidades.
También es de suma importancia la disciplina, siempre desde un ámbito del amor y la asertividad, tienen que saber que existen límites y debemos de procurar que estos sean claros y fáciles de entender según la edad en la que se encuentren, los niños que crecen con límites se sienten más seguros y aprenden a respetar instrucciones y a ser consistentes en lo que hagan.
Por último, es fundamental el modelaje, el “predicar con el ejemplo”, de esta manera si nuestros niños nos ven tener una actitud positiva, ser respetuosos, empáticos con las demás personas, mantener la calma ante las adversidades, manejar nuestras emociones aún en situaciones difíciles y aprender del fracaso y de los errores, les enseñará a actuar de la misma manera en sus propios desafíos
Criar a niños seguros y amados es una labor del día a día que puede no siempre ser fácil pero la recompensa será adultos felices, por ende, familias más felices y futuras generaciones que harán de este mundo un lugar mejor, por eso siempre recuerden que son niños, que están aprendiendo y si les enseñamos desde el amor eso será lo que reflejen y lo que den al mundo.