¿Cómo saber si mi hijo padece un trastorno alimenticio?

Al hablar de trastornos alimenticios, a veces las señales son muy claras: si la adolescente deja el plato de comida prácticamente intacto, es probable que detrás haya un cuadro de anorexia.

No obstante, en otras ocasiones los indicios pueden estar un poco más ocultos, especialmente en los casos de bulimia y trastorno por atracones. La psiquiatría cuenta con un manual especializado, que constantemente se actualiza y mejora, para determinar si el paciente se puede diagnosticar con alguna de esas enfermedades.

Deben presentarse al menos tres de las siguientes características:

• La persona siente que no puede dejar de comer. La situación lo domina.
• Se come más rápido de lo normal. No es un proceso de alimentación pausado y tranquilo, es acelerado y compulsivo, se llenan la boca y mastican poco.
• Se come hasta que alcanzar una sensación de plenitud que no es agradable, es incómoda y desbordante.
• La persona se siente disgustada con respecto a sí misma. Empieza a usar términos despectivos, «Soy una cerda», autoinsultos por la forma de comer.
• Come aunque no tenga hambre.
• Los episodios tienen que ocurrir al menos una vez a la semana durante los últimos tres meses.

Por supuesto, no se trata de una receta exacta que permita diagnosticar con certeza el 100 por ciento de los casos. Como en cualquier otro tema médico, lo importante siempre es acudir a un especialista desde la aparición de los primeros síntomas, pues el tratamiento a tiempo es clave para prevenir secuelas de por vida.

Fuente:
Dr. Luis Diego Herrera Amighetti
Psiquiatra y director de la Clínica Herrera Amighetti del Hospital Metropolitano.